Redefinir el éxito ¿Y si no es lo que siempre nos dijeron?
- Olga Serra
- 4 oct 2024
- 4 Min. de lectura
Después de cada formación, camino a casa o hacía el hotel, mi mente hace un repaso sobre lo compartido y lo aprendido. A cada paso, voy recordando aquellas frases que han sido capaces de movilizar a un grupo, aquellas pausas que reflejan introspección, los virajes a partir de un tema determinado… Trabajar con equipos muy diversos nos regala aprendizajes únicos y siempre son una potente fuente de inspiración.
Mi reflexión en estos días se centra en el concepto “éxito” y en cómo, en ocasiones, podemos sentir que toda nuestra dedicación y esfuerzo resultan estériles.
¿Cómo se define el éxito?
El concepto de éxito profesional puede diferir según si se enfoca en el desarrollo personal o bien si su mirada se orienta hacia una perspectiva de posición y logros socialmente reconocidos.
Stephen R. Covey, en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, define el éxito laboral como la capacidad de cumplir con los propios principios y valores, y lograr las metas que uno se ha propuesto.
Otros autores en cambio le otorgan una perspectiva más competitiva y empresarial, relacionando el concepto éxito con el reconocimiento y el estatus en el entorno laboral.
En la actualidad, parece que el éxito sólo se mide en términos de repercusión, popularidad, proyección…Esta visión difícil de alcanzar por muchos, muy probablemente genere desmotivación y frustración, al pensar que no se ha alcanzado la meta soñada o la establecida por la sociedad.
Estoy convencida que podemos encontrar a nuestro alrededor ejemplos de personas desconocidas que han tenido o tienen un impacto significativo en su entorno más cercano, por su dedicación, por la calidad y excelencia, y también por la pasión con la que realizan su trabajo. Esas personas “no famosas”, son una muestra clara que quizás existe una falsa percepción del éxito.
Así que, nuevamente, y ante el último café al final del día, conecté con una frase expresada de forma espontánea en una sesión: “Yo estudié lo que estudié porque quiero transformar el mundo.” Inspiradora frase y la máxima expresión de tener claro el propósito en la vida. Aunque puede parecer un pensamiento ambicioso e idealista, puede aterrizarse perfectamente a la realidad. Tener un enfoque claro: “Contribuir desde mi conocimiento y con mis acciones a impactar de forma positiva en mi entorno.” Si fuera un pensamiento compartido, muy probablemente este mundo sería mucho mejor.
Elementos que influyen en el éxito desde cualquiera de sus perspectivas
El propósito
Tener un porqué que impulse cada uno de tus actos, es la clave. Requiere pararse a afilar el hacha y precisa un tiempo de reflexión. El propósito no debe confundirse con los objetivos – también es necesario establecer metas claras- el propósito hace referencia a algo más profundo, es la tabla que te mantendrá a flote cuando la marea del entorno te sacuda, cuando aparezcan las dificultades y los obstáculos.
El propósito es porqué hacemos lo que hacemos, está vinculada a la motivación intrínseca, la más profunda y fundamental.
El dialogo interno. Cultivar el pensamiento crítico constructivo
La mayor dificultad hacia el éxito en muchas circunstancias son los propios pensamientos negativos que invaden nuestra mente. “No soy suficientemente bueno/a”, “No va a funcionar.” Trabajar los pensamientos negativos también es un ejercicio constante de persistencia.
El ecosistema. La red de contactos
El entorno y, en particular, la red de contactos son elementos que, aunque no son determinantes, sí son elementos condicionantes, influyen en las decisiones y en las oportunidades. Generar red contribuye al crecimiento personal, profesional y a que puedan surgir colaboraciones y nuevos retos que amplíen nuestra zona de confort.
Las promesas no cumplidas, autoestima y éxito
En el entorno laboral algunas promesas de colaboración a menudo no se cumplen, lo que puede causar frustración y dudas sobre nuestro valor profesional y sobre el éxito conseguido. Las promesas vacías no siempre reflejan nuestro talento, ¿Siempre salen los mismos en la foto…? Quizás no sea la red de contactos adecuada. Y aquí llega el momento de sacar la balanza imaginaria ¿Te compensa? Recuerda: no somos árboles y nos podemos mover.
Es importante centrarse en nuestro propio trabajo y en nuestros “micrologros”. El pastel se come a pequeñas porciones. Sin prisa, pero sin pausa. No midas tu éxito en función del reconocimiento de los demás.
Redefinir el éxito
Quizás el éxito también puede abordarse y medirse desde una perspectiva más profunda, desde una visión más personal y subjetiva. Puede que el éxito no sea lo mismo para ti, para mí, o para cualquiera de nosotros.
Es posible que pueda redefinirse el concepto éxito como la capacidad de disfrutar el proceso, en lugar de enfocarnos solo en los resultados obtenidos. Quizás no va de compararse, y eso puede liberar presiones innecesarias, insatisfacción por pensar que no hemos alcanzado “la cima”.
Quizás el éxito sea saber valorar todo aquello que haces bien en tu día a día, como cada acción que llevas a cabo, contribuye a un proceso en un conjunto. Seguro que eres un ingrediente necesario e importante. Puede que el éxito sea simplemente generar impacto positivo en cada persona que se cruce en nuestro camino.
"Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única manera de estar realmente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces." Steve Jobs
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