Cumplir años: ¿Recompensa o maldición? Reflexiones sobre diversidad y edad en equipos de trabajo.

“Para mí, el papel de madre supone sobrevivir como actriz.” Manuela Velasco. Esta frase que leí de casualidad en una entrevista a la actriz me hizo conectar con la situación a la que muchas personas probablemente se enfrentan al cumplir años, y es que actualmente el acto vital de envejecer no se perdona.

No me referiré aquí a la presión social de consumir el elixir de la eterna juventud y de permanecer jóvenes “in saecula saeculorum”, por los siglos de los siglos. Solo tenemos que observar los comentarios en redes sociales cuando algún famoso o famosa tiene la osadía de envejecer. Mi reflexión pretende ir más allá y se dirige, más bien, al ámbito laboral, donde a menudo no se valora adecuadamente el conocimiento, la experiencia y la actitud, que los años proporcionan, siempre que quienes los poseen hayan sabido aprovecharlos. De hecho, los equipos diversos — género, cultura, habilidades, orientación sexual, nivel socioeconómico, experiencias, formas de pensamiento y también en edad— son indiscutiblemente más enriquecedores. Porque, como en todo, el equilibrio es la clave del éxito."

Aquí, recordé una expresión de una gran amiga mía: “Yo no quiero ser un mueble viejo, quiero ser un mueble vintage.” Carmen, madre de dos hijos, talentosa, trabajadora incansable, y desde luego “persona vitamina”, finalizó su carrera universitaria con 55 años persiguiendo un propósito y un sueño. No les explicaré aquí toda la historia, pero a mí que me apasiona todo lo que rodea a personas y grupos, me parece altamente interesante estudiar como reaccionamos o actuamos cuando se produce ese “clic” en nuestro cerebro. Cómo una circunstancia, una inquietud o incluso una frase pronunciada por alguien que nos rodea, puede convertirse en un motor o en un reto en un momento dado. Les haré espóiler, Carmen triunfó como la bebida refrescante que es la chispa de la vida, y hoy en día sigue gozando de éxito en su entorno laboral.

He participado en no pocos procesos de selección de personal, y he estado al frente de equipos muy diversos. Así que las personas y el entorno siempre han sido mi principal fuente de inspiración. Allá por marzo del 2016, escribí un artículo que navegaba entre el valor del conocimiento y la experiencia y el paso del testigo en las organizaciones.

La importancia de saber valorar tanto la experiencia como la innovación, la capacidad de reconocer el talento desde la perspectiva de la diversidad, hará a las empresas más competitivas. La pérdida de conocimiento supone un problema y también un elevado coste económico para las empresas. Para evitarlo, además de seguir mejorando programas más inclusivos de Onboarding (proceso estratégico de integrar, capacitar y proyectar a nuevos profesionales para su éxito en la organización) también es necesario planificar el Offboarding (proceso de acompañamiento y transición que debería ser cuidadosa, para asegurar una salida respetuosa y ordenada de la organización y a la vez que contemple el valor de la transferencia de conocimiento.)

Planificar la sucesión con tiempo con el fin de garantizar una transición fluida del conocimiento aprovechando todo el talento que las personas seniors pueden ofrecernos, y que estas, puedan también beneficiarse del aire fresco que proporcionan las nuevas incorporaciones. Evitar bloqueos.  

Una planificación adecuada de la sucesión en las organizaciones permite aprovechar el conocimiento de los profesionales con experiencia, al mismo tiempo que se integran nuevas ideas y enfoques. La combinación de la experiencia con la novedad impulsa la innovación, fomenta la creatividad y enriquece notablemente a la empresa.

Por otro lado, representa una valiosa oportunidad crear la figura del/la mentor o mentora en las diferentes áreas, como aquella persona gurú, que actúe como faro en momentos de incertidumbre, siempre desde la colaboración, cooperación y apoyo mutuo. Profesionales que pueden regalarnos su sabiduría y experiencia, y participen en procesos de aprendizaje recíproco y continuo. Personas que a través de sus historias y experiencias pueden dibujar caminos claros en momentos de incertidumbre.

Por otro lado, el concepto estabilidad en los equipos también ha experimentado un cambio casi dramático en los últimos años, gestionar equipos que cada vez tienen una duración más corta en el tiempo, pero este tema da para reflexionar en otro artículo.

Desde una perspectiva ideal y práctica si me permiten, no deberíamos cerrarnos al talento que pueden ofrecer las personas séniors tanto en activo como en búsqueda de empleo y una correcta planificación para evitar prisas y urgencia puede ayudar a preparar la salida de un miembro del equipo y facilita la entrada y la integración del nuevo miembro.

Esto no va de robar oportunidades, más bien todo lo contrario. También es cierto que el sistema debería ayudar más a las empresas.Personalizar el talento nos permitirá ir más allá de las características del individuo, que en lugar de ser una amenaza, representan una gran oportunidad. El talento es talento, sin etiquetas.

"El talento es una luz que nunca se apaga." Maya Angelou